El fruto


Luego de la fecundación de los óvulos, y al mismo tiempo en que estos se van transformando en semillas, los carpelos (componentes del gineceo, parte femenina de la flor), junto con otros órganos extracarpelares, sufren una serie de modificaciones que conducen a la formación del fruto.
En las plantas con flor, el fruto es el conjunto del ovario maduro y todas las demás piezas florales. En sentido botánico, se llama fruto sólo al ovario maduro. En términos coloquiales, la palabra suele usarse sólo para describir los frutos suculentos y comestibles de las plantas leñosas, los de matas y arbustos, como el tomate o el melón, y algunos otros más pequeños, como la fresa o la frutilla. En condiciones naturales, el fruto suele formarse una vez que ha tenido lugar la fecundación del óvulo, pero en muchas plantas, casi siempre variedades cultivadas, como los cítricos sin semilla, la uva, el banano y el pepino, el fruto madura sin necesidad de fecundación; este fenómeno se llama partenocarpia. En cualquier caso, la maduración del ovario provoca el marchitamiento de los estigmas y las anteras y el agrandamiento del propio ovario (o de los ovarios, si la flor tiene más de uno). Los óvulos presentes en el interior de los ovarios fecundados se desarrollan y forman las semillas. En las variedades partenocárpicas éstas no se desarrollan, y los óvulos mantienen el tamaño original. La principal función del fruto es proteger las semillas durante su desarrollo; en muchas plantas también favorecen su dispersión (Sormani, Biondini, & Gozález, 2003).

Estructura del fruto:
Figura 1. Partes del fruto (Guzmán, 2019).

Cuando el ovario se madura, las paredes desarrollan y forman el pericarpio, constituido por tres capas:

Epicarpo (epi: sobre, karpus: fruta): Capa externa del pericarpio, se origina de la trasformación de la epidermis interna del ovario
Mesocarpo (meso: medio, karpus: fruta): Capa intermedia del pericarpio, generalmente se ubica bajo del epicarpio, y se origina de la trasformación del parénquima clorofílico del ovario
Endocarpo (endo: dentro karpus: fruta): Capa más interna del pericarpio, comúnmente en algunos frutos adquieren un aspecto membranoso y coráceo como la manzana (Malus domestica) y pera (Pyrus communis L.). Se origina de la epidermis interna del ovario.

Placentación:
(Guzmán, 2019)

Marginal: Los óvulos se ubican en los márgenes del carpelo.
Parietal: Los óvulos se fijan en la pared del ovario, ejemplo: la calabaza (Cucurbita máxima).
Central: los óvulos se fijan en una columna inserta en la base de un ovario unicular, ejemplo: la manzana (Malus domestica).
Axilar: Los carpelos se unen en un ovario pluricular y los óvulos se hallan en los ángulos de unión, ejemplo: la naranja (Citrus X sinensis).
Basal: Los óvulos se ubican en la cavidad ovárica.

Apical: Los óvulos se ubican en el apéndice de la cavidad ovárica.

Clasificación de los frutos:
Monocarpio: Los monocarpelares son los frutos que se derivan de una flor con un solo carperlo y se denominan monocárpicos, ejemplo: ciruela (Prunus domestica).
Flor con ovario pluricarpelar:
Frutos policárpicos: Los carpelos están unidos formando un único ovario que proviene de un gineceo gamocarpelar, ejemplo: tomate (Solanum lycopersicum).
Frutos múltiples: Los carpelos están separados entre sí, por lo tanto, la flor tiene varios ovarios independientes, el gineceo es dialicarpelar, ejemplo: mora (Rubus ulmifolius).
Infrutescencia o fruto compuesto: El ovario dentro de cada flor dará un fruto, también unido a la vara o eje central, ejemplo: piña (Ananas comosus).

(Guzmán, 2019)

Consistencia del fruto

Frutos secos: El pericarpio se mantienen delgado.

(Guzmán, 2019)


Frutos carnosos: El pericarpio acumula sustancias alimenticias.
Drupa: Presentan un pericarpio delgado un mesocarpio carnoso y con endocarpio leñoso.

(Guzmán, 2019)

Pomo: Presenta un epicarpio delgado mesocarpio carnoso y generalmente endocarpio membranoso.
(Guzmán, 2019)

Baya: Fruto carnoso de epicarpio delgado con varios lóculos que solo se distinguen cuando el fruto es joven, las semillas no están protegidas por un endocarpio. Hay tres sub-clases:
Baya verdadera: Endocarpio jugoso con muchas semillas.
Hesperidio: Presenta un epicarpio blando con numerosas glándulas que segregan esencias, sumo, un mesocarpio de color blanco compacto o esponjoso.

(Guzmán, 2019)

Pepónide: Epicarpio duro y algunas ocasiones leñosas, mesocarpio y endocarpio blando y suculento y en la parte interna se encuentran las semillas. 

(Guzmán, 2019)

Dehiscencia del fruto

Frutos indehiscentes: Al madurar permanecen cerrados y sus semillas quedan en el interior.

(Guzmán, 2019)



Frutos dehiscentes: Al madurar se abren espontáneamente y expulsan las semillas. 

(Guzmán, 2019)

Bibliografía

Sormani, M. I., Biondini, M., & Gozález, C. (2003, Septiembre). Botánica Cnba. Retrieved from Sistemática - Flor y Fruto:http://www.botanica.cnba.uba.ar/Trabprac/Tp5/SistematicaPrin1.html
Imagen principal, Tomada de:https://www.centroestudioscervantinos.es/partes-del-fruto/



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